miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡¡¡ Zambombá 2012, te la vas a perder !!!

En Diciembre

El fuego se ha encendido una vez mas, como queriendo que la estancia con su techo de estrellas quede purificada , arde en la noche elegida para en su postrer intento de hacerla mas bella si cabe. En el pavimento fragmentado el calor de la muchedumbre ansiosa de buenos deseos espanta sus temores y miserias, quien dijo ¡Fuego!.

En el rincón del noroeste, otros fuegos se encienden, allí, donde la esencia de la oliva achicharra las panzas con sus pezones de castrado cerdo, para que sirva de comida a la multitud que aguarda ese pan de mil vueltas absorbiendo los sabores del ajo y del pimiento.

Desde la “Corriente”, se hace especial en la magia de sacar uno ,y otro, y otro plato sin tregua, al tiempo que con rapidez desaparecen sin que pueda cruzar la logia. En la esquina el tenderete vende manualidades de mil horas, a bajo costo, pues no hay nada mas barato que el tiempo en este lugar en el que parece que no vale nada, un tiempo sin valor que pasa y pasa y si saber si el futuro sera algo mejor, o a lo mejor, va a ser cierto que sin futuro se vive mejor.

En el punto opuesto nos sorprenden sabores italianos que llegan justo con el volare, oh,oh,oh oh, cantare, y al ladito mismo Lolo reparte la cruz a cada penitente de la larga cofradía, dos pasos, que empieza a girar como derviches en una danza de chorizos que salen como si hubieran abiertos las puertas de donde hablar no es parlamento, para que todo se llene hasta colmatar en su totalidad el patio de un palacio que a la medianoche quiere recuperar su normalidad, pues de otro modo no se puede acabar, y así, Rocío, Maria José, Mari Ángeles, Felisa, Manolo, Pepe, Miguel, Luis, Lolo, y el fuego, siempre el fuego que también se apagara, irán recogiendo poco a poco, para que nunca parezca que allí, por un tiempo de un día de Diciembre, varios centenares de persona sintieron el calor de quererla, acaso por el ardiente calor que emana de su fuego, acaso colmatada de ilusiones, y radiante por el color de las llamas en sus paredes, envejecidas de tanta belleza.

Siento, pero me alegro de que no venga todo el mundo, pues no cabríamos, pero es que la zambomba de la casa Pumarejo, es algo que no te lo puedes perder,(el año que viene)
Sevilla a 16 de Diciembre de 2011

E'r Paco de la Encarnación

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