Carta enviada el pasado mes de febrero a D. José Saramago Premio Novel de Literatura para pedir el Apoyo de los vecinos/as por la Lucha mantenida en la Casa del Pumarejo.
A mediados del mes de Abril se recibió el apoyo total a la Casa y a los Vecin@s de la misma.
Carta escrita por Luis Hornillos ( Miembro del Mercadillo Cultural Pumarejo)
Estimado y admirado José.
Con la presente misiva queremos hacerte partícipe de un espacio urbano singular que hay en Sevilla, que posee una “fauna social variada”, de la que quizás, por vínculo familiar tengas algún conocimiento. Este espacio es la Casa de Pumarejo. Una Casa-palacio de finales del siglo XVIII construida por un indiano de Santoña (Cantabria) llamado Pedro Pumarejo, hidalgo veinticuatro de Sevilla. A lo largo de su historia, la Casa ha albergado múltiples usos: residencia habitual de D. Pedro Pumarejo y familia durante poco más de veinte años; cuartelillo de las tropas napoleónicas durante la ocupación francesa; hospicio de huérfanos, cuyo sobrenombre era la Casa de los Toribios; y como hitos más relevantes de su historia, su transformación en casa de vecinos desde el último tercio del siglo XIX y también escuela de adultos por estas fechas. Después, durante todo el siglo XX hasta nuestros días, la Casa ha seguido albergando una combinación de usos varios: residencial, pensión, almacén, actividades culturales y artesanales, comercios, y otros; que le han dado al edificio a lo largo de ese tiempo, la categoría de ser el centro neurálgico de la vida social del barrio de San Gil- San Luis- Macarena. Barrio que destacó, en tiempo de la llamada Guerra Civil, como un bastión de resistencia antifascista. En los últimos veinte años, la situación arquitectónica y de habitabilidad del emblemático edificio ha empeorado (y sigue empeorando) terriblemente; debido en gran parte a la dejadez de sus anteriores propietarios, que en plena ofensiva especulativa en esta parte del Casco Antiguo de Sevilla-, lugar en el que siempre ha vivido gente de la clase trabajadora- se negaban sistemáticamente a hacer los arreglos que la Casa necesitaba, en un intento claro de producir el desaliento en los vecinos para que abandonaran sus casas. El ataque directo a estos inquilinos llegó en forma de un gran pelotazo inmobiliario, que pretendía hacer del edificio una gran hotel, lo que suponía de facto la expulsión de sus vecinos. A partir de esta indeseable circunstancia, un grupo de vecinos de la Casa y del barrio se organizaron creando una plataforma de defensa: la Plataforma por la Casa del Pumarejo; formada por un conglomerado de personas de diversas procedencias (inquilinos, obreros, trabajadores en paro, maestros, profesores de universidad, técnicos de diferentes disciplinas, artistas...) cuya dinámica reivindicativa desde hace una década, ha propiciado, además de las denuncias públicas del deterioro de la Casa-palacio y por ende la situación de su precaria habitabilidad, un proyecto de usos para el futuro, (que también es presente) formulado sobre las bases de un Ideario, que se apoya en gran medida en la memoria histórica de la sociabilidad de la Casa y del Barrio; para que, una vez hecha la rehabilitación, sea y se consolide, un referente multicultural de personas, vivencias e ideas, crisol para la convivencia vecinal en la tolerancia, la cultura, la creatividad, y por un barrio medioambientalmente sostenible.
Y mientras todo esto se reivindicaba y se reivindica, la Administración, su actual propietario, que tiene el deber por Ley de conservarlo y revitalizarlo, nos muestra una actitud desidiosa y pasiva, mirando nuestras propuestas como si fueran hechas por extraterrestres, cuando lo que exigimos es de sentido común y de justicia social. Durante esos diez años hasta hoy, nosotros no nos hemos esperado que vengan las deseadas y necesarias soluciones; pues en la medida de nuestras posibilidades hemos hecho multitud de actividades en pro de la recuperación de la Casa de Pumarejo. Ejemplo de ello fue la creación de un Centro Vecinal en una parte de la Casa, que lleva cinco años funcionando y es el lugar de encuentro de vecinos y colectivos sociales. También se han publicado libros, artículos, revistas, etc., sobre la Casa y el Barrio; y otro hito importante fue la creación de la Bibliopuma: una biblioteca hecha con las donaciones de libros de los vecinos del barrio y otros ciudadanos que han querido colaborar en ella.
El significado de toda esta construcción social y de gestión autónoma, ha dado un resultado socialmente abierto, que choca directamente con la concepción clasista que impera en esta ciudad “de maría santísima” y de sus dirigentes políticos, que son reacios a este proyecto singular e innovador.
Como no queremos cansarte con más información, pues diez años de reivindicación han dado para muchas iniciativas y buenas relaciones humanas, lo dejamos aquí parafraseando el título de un poema famoso que define el imaginario de nuestra lucha: El Pumarejo es un Arma Cargada de Futuro. Por ella te pedimos tu apoyo a nuestra lucha y reivindicación, que se centran en tres ejes fundamentales: Recuperación, Rehabilitación, Revitalización de la Casa de Pumarejo (Sevilla.) Tu casa.