

Esta película conforma junto con I racconti di Canterbury e Il fiore delle mille ed una notte, del mismo director, la llamada Trilogia della vita, una exaltación del amor carnal, la sensualidad y la alegría de vivir.
Tras abandonar la ambiciosa idea inicial de rodar un film de tres horas, incluyendo más de quince historias deI Decameron de ambientes y temáticas diversos, el proyecto final adaptó nueve de las novelas de la obra del ilustre florentino, principalmente de naturaleza erótica. El nexo entre todas es la ciudad de Nápoles y sus alrededores .
Además, sirven de guía entre estas una de las propias historias, la de Ser Cepparello, un malhechor convertido en santo al final de sus días, así como la descripción de la ejecución de los frescos del convento de Santa Chiara por un alumno del Giotto, papel que Pasolini reservaría para sí, en una alegoría de su propia obra , en la que subraya la relación entre vida, sueño y arte.
Con una cuidadísima localización de exteriores, una puesta en escena y una fotografía de gran plasticidad y la transposición al napolitano del florentino original de la obra literaria, Pasolini consigue una animada representación del aspecto más festivo de la vida del Trecento : romerías, meriendas campestres, banquetes de bodas, ferias y mercados, serán punto de partida y escenario de una narración naturalista del encuentro sexual.
Además del propio Pasolini, como ya hemos citado, intervienen en el reparto Franco Citti, Ninetto Davoli- actores habituales de sus films- Vincenzo Amato, Angela Luce, entre otros, así como una breve aparición de Silvana Mangano en el papel de la Madonna, sin figurar en créditos.
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